Cassie nos ha dado otra cosa por la cual delirar...una escena eliminada de
Ciudad de Almas Perdidas.
Y gracias a Ciudades Mecánicas se las traemos traducida.
" Situaciones familiares me han impedido continuar escribiendo hoy, la historia de Will y su aversión a los patos, así que en vez de eso, les estoy dando una escena eliminada de Ciudad de las Almas Perdidas. No está en el libro final, pero ... ilumina algo de la dinámica entre personajes. Tiene Spoilers asi que si están evitando los spoilers, no lo lean. " Cassandra Clare
Clary estaba en la habitación de Jace cuando él y Sebastian regresaron a la casa. Había encontrado muy poco durante su búsqueda. No había nada en la habitación de Sebastian que pudiera ser considerado interesante excepto algunos libros escritos en Latin, y su Latin no era lo bastante bueno para leerlos. Había paginas que parecían como si hubieran sido arrancadas de viejos manuales clavadas en las paredes, ilustradas con bocetos a pluma en blanco y negro; pero parecía no haber ninguna conexión entre ellas. En las chimeneas había trozos de ceniza que parecían los restos de fotografías quemadas, pero se deshacían cuando ella quiso tomarlas.
La habitación de Jace era la siguiente, limpia como un pasador, conteniendo casi nada de sus pertenencias. Había armas, pero ella no las reconocía, ni tampoco los libros en los estantes. Su armario estaba lleno con ropa, pero como la ropa en la habitación principal, eran todas nuevas: el debió haberlas comprado en la semana anterior o así, ya que todavía tenían las etiquetas colgando de muchas de ellas. No eran lo que ella pensó que sería el estilo de Jace. El siempre vestía sencillamente - cosas que eran planas, colores sólidos, ropas que encajarían bien, pero que no llamarían la atención. Ella siempre había pensado que él era lo bastante hermoso como para que eso no importara; el se veía increíble simplemente en vaqueros y camiseta. Y tenía montones en su armario ahora, pero las camisetas tenían etiquetas de diseñador, los abrigos y chaquetas eran Burberry y Hugo Boss y Dolce & Gabbana.
Como las ropas en el armario de Sebastian.
Como la ropa cara que Valentine siempre había usado.
Ella cerró la puerta del armario y se sentó en la cama de Jace, diciéndose a si misma que estaba siendo estúpida. Las ropas de diseñador, no eran nada de que preocuparse. Eran otras cosas en la habitación las que hablaban del Jace que ella siempre había conocido - la pulcritud, el acomodo de sus armas encima de su vestidor en orden de tamaños, los libros en la mesa de noche. El siempre usaba una daga delgada como marcador; eso no había cambiado. La foto de ambos, pegada en la pared. Incluso el jabón cítrico en su cuarto de baño era el mismo jabón que siempre había usado -
Escuchó pasos en la escalera, voces. La de Sebastian se elevó por encima: "¿Dónde está?"
Ella apenas tuvo tiempo de apagar la luz, lanzarse en la cama y hacerse rosca con su cabeza en la almohada cuando la puerta se abrió. Jace se quedó ahí, enmarcado en el brillo del pasillo, Sebastian detrás de él. Ella se levantó apoyándose en un codo, parpadeando somnolienta hacia ellos, a pesar de la carrera de su corazón. "Chicos, ¿acaban de regresar?"
Jace le dio una mirada a Sebastian - una mirada que decía claramente:Te dije que estaría aquí. "¿No nos escuchaste subir las escaleras?"
Ella sacudió la cabeza. "Lo siento, estaba cansada. Creo que aun estoy exhausta por estar despierta hasta el amanecer la otra noche."
Miró a Jace recatadamente. "Estaba sintiéndome un poco sola, así que pensé que si me acurrucaba en tu cama..."
¿Sonó como que lo dije en serio? Su rostro estaba relajado pero Sebastian la miraba como si su mirada pudiera pasar a través de ella como si fuera un cristal transparente, y estaba divertido con lo que veía.
Ella se sentó, sacudiéndose el cabello hacia atrás, y se estiró para encender la lámpara en la mesa de noche. "No lo hagas -" comenzó Jace, pero ella ya la había encendido.
Se quedó tiesa. Los dos chicos la miraron, Jace con algo de preocupación y Sebastian con su raro borde usual de diversión a medias. Sus ojos oscuros se encontraron con los de ella con el mensaje que siempre tenían, ese que ella intentaba no leer: Lo sabemos, tu y yo. Nosotros sabemos la verdad.
Pero nada de eso la hizo ponerse tiesa. Fue que ambos estaban manchados con sangre - había una mancha a través de la mejilla de Jace, manchando sus mangas y la bastilla de su camiseta, sus bordes oscuros y tiesos con sangre seca, aunque la piel debajo estaba sin marcar. Sebastian sin embargo- Sebastian tenía sangre incluso en su cabello blanco plateado, y en su ropa, y en sus manos, tan espesa que parecía como si estuviera usando guantes rojos. El brazalete plateado que usaba al rededor de la muñeca donde su mano se había regenerado, estaba moteada de rojo. Clary escuchó su propia voz, como si viniera de muy lejos. "¿Qué sucedió?.
"Nos encontramos con un pequeño problema." dijo Sebastian. "Nada que no pudiéramos manejar." El inclinó la cabeza hacia un lado. "Te ves pálida como un fantasma, hermanita. No me digas que no has visto cosas peores. Somos Cazadores de Sombras. Esto es lo que hacemos."
"Por supuesto." Clary habló mecánicamente. "Yo simplemente no quiero que salgan lastimados."
"Entonces no tienes nada de que preocuparte. La mayor parte no es nuestra sangre."
Ella tragó en contra de su garganta seca. "¿Entonces de quién es?"
Artículo creado, traducido, editado y publicado por Pandemonium Club Chile
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